Pollo. Leche. Limón. Romero. Y ajo.

Una genialidad.

Cada vez que comemos pollo asado volvemos a nuestra infancia y a los veranos que pasábamos en el sur de Italia.

El pollo que comíamos era crujiente y jugoso con mucho sabor a ajo y limón. Lo tomábamos con focaccia bañada (literalmente) en un buen aceite de oliva.

Acompañado con la carne asada era una combinación perfecta. Tómalo con (mucho) vino y disfruta de tu tarde!

Ingredientes

• 1.5 kg pollo
• aceite de oliva + mantequilla (para marcar el pollo)
• 50 g mantequilla
• 1 palo de canela
• 1 manojo de romero fresco
• piel de 2 limones
• 10 dientes de ajo (con la piel)
• 200 ml nata para cocinar
• 400 ml leche
• sal kosher
• pimienta negra

Preparación

1. Precalienta el horno hasta 190°C
2. Seca bien el pollo con ayuda de papel y salpimenta generosamente por dentro y por fuera.
3. Calienta mantequilla y aceite de oliva en una cacerola. Dora el pollo bien por todos sus lados lo mejor que puedas.
4. Quita el pollo de la cacerola y tira todo el aceite sobrante (si no es demasiado quemado guárdalo para hacer patatas asadas)
5. Agrega mantequilla a la cacerola, junto con piel de limón, ajos, romero y palo de canela. Vuelve a ponerlo en el fuego y deja cocinar durante unos 5 minutos hasta que empiece a hervir.
6. Añade la leche y vuelve a colocar el pollo en nuestra cacerola con salsa.
7. Cocina en horno durante 45 minutos con la tapa y otros 45 – sin.
8. Quita el pollo de horno y deja a reposar durante unos 15 minutos antes de comer.

Sirve la carne con tus verdes favoritos y asegúrate de comerlo con mucha salsa.

Disfruta!